Agradecer o que nos agradezcan, es uno de los grandes
detonantes de bienestar emocional. Hacerlo, pone en marcha el entramado bioquímico del cerebro que nos provoca felicidad. Pero no sólo es sentir lindo. Estamos
hablando de un acto que nos enaltece moralmente, además de que refuerza
nuestras relaciones. No obstante, quizá lo más importante es que nos permite
tomar consciencia de los dones con los que hemos sido bendecidas.
Y en Lugnahdash o Lammas, uno de los cuatro sabbats mayores del calendario de las brujas que celebramos alrededor
del 1º de agosto, lo que toca es agradecer.
¡La primera cosecha ha llegado! Nuestros esfuerzos han
rendido frutos y es necesario dar gracias por esos cereales, frutas y flores con
los que la Madre Tierra ha llenado nuestras mesas. Con esta festividad mayor que celebra nuestros logros de todo tipo,
también daremos la bienvenida a los tiempos fríos y oscuros, y pediremos porque
en nuestras casas no falte alimento, calor y amor.
En muchas culturas y religiones, se celebró esta fecha. Los
celtas dedicaban sus ofrendas al dios Lugh y los nórdicos a Loki (ambos
asociados con Mercurio, el diestro y sagaz dios de la comunicación). El campesinado europeo iba a las
iglesias a pedir bendiciones para sus cosechas y ofrendaban panes recién
horneados. Algunos historiadores creen que aquí está el origen del Día de
Acción de Gracias.
En la mitología pagana, la Diosa sigue avanzando su
embarazo y se siente plena, pero un poco pesarosa porque el Dios comienza a
perder los bríos, el esplendor y la fuerza que desplegó en verano. Es
como un león, aún fuerte pero que ya empieza a envejecer.
Como son tiempos de tranquilidad y satisfacción, la comunicación fluye. Hay una energía propicia para las bodas y la sexualidad femenina, ¡se manifiesta con toda su fuerza, atracción y poder!
Cosas
qué hacer para sintonizar con la energía de Lugnahsad
A nivel
material
- ·
Hornea pan y pasteles; comparte con quienes
menos tienen
- ·
Propicia conversaciones importantes y
profundas con tus seres queridos
- ·
Comunícate con tu pareja; hablen del amor que
se tienen, de sus planes para el futuro, de las soluciones a sus problemas.
- Materializa tus logros regalándote ropa, una buena botella de vino, un paseo
- · Planea y organízate para el resto del año
A nivel
mágico
- · Lleva a cabo algún ritual para agradecer con todo el corazón a los espíritus lo que te han regalado, su protección y su guía
- · Llena de ofrendas tu altar: espigas, mazorcas,
hojuelas, cornucopias, flores y frutas de la temporada como girasoles, campanillas,
cerezas, nueces, granadas o fresas. No olvides las hogazas de pan y muñecas hechas
con hojas de maíz, varas de trigo, paja, etc.
- · Haz presente al Dios y a la energía solar. Puedes poner una figura, imagen o elemento que lo
represente; como un cuarzo citrino, una cornamenta o velas amarillas y
anaranjadas
- ·
Bendice tus herramientas mágicas
- ·
Elabora fluidos, aguas y lociones para la
buena suerte ¡esta época va genial para ello!
- ·
Haz hechizos para restablecer la
comunicación con quien la hayas perdido
- ·
Lleva a cabo rituales románticos y despliega
tu energía sexual
A
nivel psico-emocional
- · Elabora una lista de todas las cosas buenas recibidas (¡fíjate muy bien!) y por las que has trabajado. Luego, escribe otra y anota que tú has regalado.
- Hazte consciente de ello y date cuenta de que has sido bendecida.
- · Trabaja en equilibrar lo que has dado y lo
que te han dado.
- · Pregúntate qué cosas y a quién no las has
comunicado y aplícate en ello

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