★Lejos de alejarnos, la evolución y desarrollo nos están conduciendo a sus dominios★
En su estado más puro, la Magia es el conjunto de saberes
y oficios que se sirven de las leyes intangibles y sutiles de la naturaleza
para provocar cambios.
Se trata de un cúmulo de conocimientos que han sido aprehendidos
por los más observadores, perceptivos y sensibles (generalmente mujeres), desde los inicios de la humanidad.
Durante siglos, la Magia había permanecido oculta de los
embates del miedo y el odio causados por los prejuicios y la ignorancia. Pero
ahora, está comenzando a mostrarse con apertura. La paradoja es que el
pensamiento moderno y los avances tecno- científicos que se suponía marcarían
su fin, son los que le están abriendo las puertas.
En una era en la que requerimos replantear los sistemas
de creencias espirituales para recuperar la brújula interna y el bienestar
emocional, la Magia ofrece canales de comunicación directos con la deidad,
contacto con el origen y respuestas en la naturaleza.
El acceso a la información, el amplio abanico de
diversidades y la libertad de elección que se vive actualmente, facilitan las
cosas. Además, la tecnología y la física cuántica cambiaron las reglas del juego y
abrieron las mentes a paradigmas que hasta hace muy poco eran inconcebibles y
hoy, ya no resultan descabellados.
Pero en realidad, para quienes vivimos bajo su influjo, comprobarla, justificarla o demostrarla no tiene importancia. Su esencia pertenece a los reinos del misterio que habitan en el alma.
Ahora, como siempre, la
Magia con mayúscula es un camino para los que buscan vivir con verdad, sabiduría,
sentido y conexión con el espíritu creador.
Como diría Einstein: “La más bella y profunda emoción que nos es
dado sentir es la sensación de lo místico. Es ahí donde se genera la verdadera
ciencia”, o sea lo más excelso del conocimiento humano
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